Si sirves al líder, como consecuencia el líder te dará grandes recompensas. Si ayudas al líder, como lógica consecuencia el líder pensará en ti como la primera opción. Si aportas ideas al líder, como lógica consecuencia el líder te querrá junto a él. Si estas junto al líder, como lógica consecuencia vivirás muchas de las ventajas y maravillas de la vida del líder. Sirve al rey y te estarás sirviendo con la cuchara grande a ti mismo.
En una carta que le escribí ayer a un amigo del sureste donde me pedía un buen consejo para mejorar su vida laboral, le compartí algunas reflexiones muy enfocadas a su trabajo. De esta carta extraje solo algunas ideas que hoy comparto en esta nota. Veamos…, ya son muchos años donde he podido estudiar y practicar profundamente la apasionante materia del “Liderazgo”. Sé de esto por ambas caras de la moneda, el liderazgo que ejerzo y el que se ha ejercido sobre mí. Hoy quiero dedicar esta breve nota a la otra parte esencial del líder, a sus seguidores. En una llamada telefónica que recibí ayer por la noche, donde me hablaba uno de los más aventajados seguidores de un líder que conozco, me sorprendí de las enormes ventajas que vive esta persona. Él mismo se reconoce como muy aventajado con respecto a sus compañeros de trabajo y sin duda lo es y por mucho. Me preguntó a qué se debería su éxito y le contesté que fundamentalmente a su extraordinario desempeño en el trabajo, pero también, y de manera muy importante, a las relaciones que mantiene directamente con la máxima autoridad de su institución. Siempre he tenido la certeza de que mientras mejores relaciones mantengas con la gente de arriba, mayores ventajas tendrás incluso para tus relaciones horizontales en el organigrama. El 90% del éxito en la vida depende de las relaciones humanas que uno mantenga.
En la Biblia, en Proverbios 22-29 dice así: “¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará”. ¡Qué gran verdad en tan pocas palabras! Quizá por eso me gusta tanto la foto que te presento en esta nota. Vamos, en una palabra: llevarse con los de arriba te ofrece ventajas de altura. Y la mejor forma de llevarse con ellos es sirviéndoles de corazón. La palabra esencial del proverbio anterior es “solícito” que significa diligente, es decir, pronto, presto en el obrar, cuidadoso, exacto, activo. Todas estas son razones por las cuales los líderes elegimos a alguien “especial e ideal” para que esté junto a nosotros, y esta cercanía tiene sus ventajas para ambos, ahí se vive la dicha de ser equipo. La maravilla de estar sentado en la mesa del rey.
Lo mejor que puedes hacer para avanzar en tu vida laboral es servir. Lo mejor que puedes hacer para avanzar a propulsión en tu vida laboral, es servir al rey. No, no se trata de lambisconería, de falsas actitudes serviles o de mera conveniencia. Este tipo de actitudes ofenden la inteligencia del rey cuando el colaborador cree que no se da cuenta, mientras el rey lo percibe desde el principio. Aquí he observado un juego psicológico: mientras el colaborador cree engañar al rey, solo lo invita a que el rey haga lo mismo con él. Ambos se usan y cuando el asunto termina, el rey se deshace de su colaborador como tirar una servilleta con la que solo limpió algo. Esto ofende profundamente al seguidor, pero sin darse cuenta de que él mismo sembró la circunstancia con su falsa actitud servil y de mera conveniencia. En cambio, cuando el servicio al rey va acompañado de profunda lealtad, sincero orgullo de pertenencia, enamoramiento por la misión conjunta, la unión entre el rey y su caballero se hace indisoluble. Aquí el seguidor se hace “indispensable” para la vida del rey. En materia de liderazgo, las ventajas para el seguidor se conoce como poder referencial. Por ello, sirve. Sirve. Sirve. Es el mejor consejo que te puedo dar en esta ocasión (y quizá siempre). El que sirve, domina. El que sirve al rey se hace indispensable en el reino. Sirve. No busques recompensa ya que esta se sucede en consecuencia y sin esfuerzo alguno de tu parte. Solo sirve al rey. No envidies nunca la suerte del rey, eso te separa del reinado automáticamente, admira al rey (por algo es el rey) y entrarás al reinado de inmediato. Y por cierto,… ¿Quién es el rey? Quien verdaderamente ejerza el poder para construir y hacer el bien. El rey del que he hablado metafóricamente en estas líneas puede ser tu jefe, tu padre, tu madre, el director de la empresa, el gerente, el dueño, etc. Sin embargo, en este breve y poderoso consejo no quiero dejar de lado al Rey de reyes, a Dios. Hoy sé de las ventajas que implica servirle con el corazón y así estar a su lado. Intenta. Se viven plenamente las ventajas del reino de los cielos aquí en la Tierra. Lo afirmo. –ArizA.
