Un Loro Sin Pico
Liderazgo en Acción Quizás habrás leído mucho de liderazgo, y gran cantidad de libros, teorías y estadísticas, seguro ya están en tu escritorio. Por eso, hoy quiero invitarte a una reflexión desde la experiencia de una historia real, para deshojar desde su sencillez la esencia y trascendencia de ser Líder.
Un Domingo en una casa de gran patio, en la que un trabajador a diario podaba la grama, encontró entre los matorrales de aquella casa un Loro, pero…oh!!! Sorpresa!!!… era un loro sin pico, estaba muy hostil, trataba de tomarlo y él se sacudía y con sus garras se defendía, al colocarse un guante para tomarlo, el loro comenzó a gritar malas palabras… Qué es esto!!! -dijo aquel trabajador- y asombrado exclamó para sí… un loro que habla!!! Tal fue la insistencia, que logró tomarlo y llevarlo a casa de la dueña del terreno. La señora al verlo se emocionó, pues siempre había soñado con un loro, pero este loro solo gritaba malas palabras, era muy hostil, no tenía pico, era ciego de un ojo, todas sus garras tenían señales de maltrato y hasta una de sus patas la tenía completamente perdida. Sin embargo, la dueña aceptó el reto y tomó a aquel loro, colocándolo en un rincón de su casa.
Todos los días le llevaba papillas de fruta para poder facilitarle las cosas a aquel animal sin pico, sin embargo este seguía muy hostil y no dejaba que se le acercara nadie. Pero esta amable señora no perdía las esperanzas, a pesar del desacuerdo de muchos. Todos los días en las mañanas, le llevaba alimento, agua y le cantaba canciones de arrullo… y así pasaron los días. Al cabo de dos meses ya el animal se dejaba tomar solo por esta señora, y ya no gritaba ni decía malas palabras, al cabo de un mes más, siguiendo la misma estrategia, ya no solo lo tomaba esta señora, sino sus hijos y esposo también… por lo que se le abrió la puerta de aquel rincón para que saliera y volara a donde quisiera ir… pero el Loro sin pico nunca se fue!!!, disfrutaba su paseo por la casa, salía al patio y lo mejor es que cantaba las canciones. Así estuvo un año. Por lo que se le compró una jaula de Guacamaya para colocarlo en un lugar con espacio y se le llamó Domingo!!!. Desde entonces Domingo acompaña a esa familia y los fines de semana sale de su jaula y canta constantemente, pero lo mejor es que a pesar de diversas oportunidades este loro no se fue. Busca cada día su lugar para dormir… Está porque quiere estar.
Esta hermosa historia nos muestra que el liderazgo se gana. Muchas veces a las personas más difíciles queremos desplazarlos o cambiarlos de departamentos, dejando en su ser huellas o heridas que se definen en resentimientos y que finalmente matan la luz y todos los talentos que puede dar. Pero, es que es comprensible que te sientas así cuando no te haz preguntado, si son tus propias heridas personales, como las sensaciones de vacío de reconocimiento o las injusticias laborales, las barreras que te impiden ejercer el liderazgo con tus empleados.
El verdadero líder, no es aquel que no ha tenido situaciones incluso de desmotivación, frustración o fallas en sus intentos de aproximación a otros; sino aquel que se descubre asimismo en cada situación difícil, no dejando de experimentar, sino dándole un sentido de fortalecimiento y crecimiento a cada experiencia, es aquel que asume en sus trabajadores un reto, un desafío de conocimiento. Es aquel que se aproxima para conocerles, respeta los ritmos individuales sin desmayar, manteniendo un abono diario de reconocimiento para lograr su objetivo, un líder finalmente vivencia que aquel que parecía ser el menos productivo se convierte en ejemplo para otros tan sólo al reconocer su valor; porque lo más cierto es que quien conoce una nueva forma de ver la vida, quien conoce la cuna cálida de la aceptación, no quiere volver al matorral de lucha que puede representar los desafíos diarios del camino, y lo mejor es que siempre estará por propia decisión, no por imposición, generando así más productividad.
Si revisas la historia de los grandes líderes simplemente fueron personas que tocaron el corazón de otros, al despertar la pasión por lo que hacen desde su propia entrega y ejemplo, y llevando a sus seguidores a reconocer su esencia, aspecto que en este como en otro tiempo siempre se tiende a olvidar.
Rossana Gómez
rossana.gomez@forja.com
“Liderazgo es una relación de influencia que da cuerpo a un propósito. También es confianza en una persona o grupo entre aquellos que lo siguen”
'El hombre para elevarse, tiene que ponerse de rodillas.'
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